sábado, 16 de febrero de 2013
El caso Roderick Miranda
Hijo de un modesto futbolista brasileño que hizo carrera en Portugal, Roderick, ya con casi 22 años, ha sido desde hace un lustro una de las promesas más seguidas de la cantera de Benfica, cuestión que lo convierte entonces en una promesa incumplida, de momento.
Sin apenas participación en el equipo profesional, pese a estar en su órbita desde la temporada 2009-10, Benfica ha hecho pública su renovación, junto a la de André Gomes (un caso muy distinto) hasta junio de 2019.
La noticia parece sorprendente por la confianza que hay depositada en un jugador que no ha llegado aún a los 10 juegos en la primera
división portuguesa y que viene de ser "infrautilizado" en uno de los equipos más flojos de La Liga, el Deportivo de Coruña, formado por jugadores portugueses de segundo nivel,o que se comportan como tales, con la salvedad de Pizzi y quizás de Bruno Gama, y que han sido reclutados por Gestifute.
Hasta ahora Roderick, solamente ha tenido continuidad en el Servette de la temporada 2011-12, un equipo también plagado de jugadores lusos y que fue el tercer conjunto más goleado de la liga Zuiza.
Hasta el momento su mayor éxito ha sido el subcampeonato en el mundial sub-20, fomando pareja de centrales con Nuno Reis, cedido por Sporting en Olhanense y en franca progresión.
Su lugar parece claro, jugará en el equipo B de Benfica, junto a hombres como Miguel Vítor, Carole, Mika, Ivan Cavaleiro, es decir un grupo muy sólido.
Quizás a Roderick le ha perjudicado estar tan expuesto en la ciudad de Lisboa con apenas 17 o 18 años y que todavía estemos a tiempo de que se confirma los augurios de Rui Costa. El director técnico de Benfica, lo comparaba recientemente con Carlos Mozer, un mito en Da Luz.
En cualquier caso, nos tememos que una renovación tan a largo plazo puede relajar en exceso a un jugador que sin influencia real en uno de los mayores clubes del mundo, al haber asegurado su estabilidad económica con apenas 21 años.
Este punto, creemos que una pieza clave en su desarrollo será su ambición, la encrucijada es clara, Roderick está a medio camino entre marcar época o ser olvidado.
Si ser un superclase, tiene posibilidades para ser un jugador importante: pese a su altura (194 cm) es un jugador rápido y puede aprender tácticamente todo de la mano de Luisao y Jorge Jesús. Tiene todo el tiempo del mundo, al menos hasta 2019...
(Sobre un artículo de www.vavel.com)
Imagen: www.zerozero.pt
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