El partido comenzó con pocas ocasiones de gol, por momentos el Gil Vicente dominaba el juego, pero fue Maxi quien tuvo la primera opción de gol. Adriano salvó a los suyos, tras un gran pase de Capdevila.
Desde luego que la presencia de Capdevila, en lugar del ex del Lille, Emerson, dota al Benfica de una mayor profundidad y no debilita al equipo en defensa. Sin duda el hecho de que en este curso haya sido infrautilizado ha sido injusto. No solamente hoy, el único campeón de mundo que juga la Liga Zon Sagres ha dado la cara ante los rivales más duros a los que se ha enfrentado el Benfica: Braga, Porto y Chelsea.
Matic, en el primer tiempo, le dio la razón a Jorge Jesús ya que sus ayudas en defensa evitaron el gol del Gil Vicente en dos ocasiones. Una de ellas justo antes de que llegara el gol de Rodrigo, minuto 30. Tanto que fue uno de los gestos técnicos del partido, ya que el centro de Bruno César era difícil de rematar, debido a la altura a la que le llegó el balón.
Pese al tanto la defensa del Gil Vicente se estaba mostrando segura, Claudio como siempre jugaba a un buen nivel, también Halisson.
Los últimos minutos de la primera mitad fueron especialmente dinámicos, Rodrigo, también Witsel, tuvieron el gol para los "encarnados" y Caiçara para los "gilistas" pero el marcador no se movió más.
La segunda mitad comenzó con la entrada de Gaitán, salió Nelson Oliveira, que había hecho unos buenos minutos jugando de espaldas al arco. Rodrigo haría de delantero centro y tuvo pronto, a los 54´ , una gran opción de gol, que podría haber cerrado el partido, pero Adriano, de nuevo se mostró seguro.
Se fueron produciendo cambios interesantes, Ze Luis ingresó para el Gil Vicente y Cardozo hizo lo propio en el Benfica. Eran minutos de alternativas, aunque el peligro lo llevaba el Benfica, el Gil Vicente buscaba el cuerpo a cuerpo. El empate llegó en el minuto 79, Ze Luis remataba de una manera fantástica a gol.
El partido comenzaba de cero, pero Saviola que acababa de entrar, hizo el 2-1 remachando a portería vacía tras otra parada de Adriano, esta vez a disparo de Witsel.
Con este marcador se llegó al final del juego, Saviola fue el héroe inesperado de una competición que, digamos, por tradición es propiedad del Benfica.
El Gil Vicente ha sido un más que digno finalista en una noche en la que que soñar fue casi tan factible, que conquistar el título estuvo a la mano.
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