Solamente el empate de Benfica ante Gil Vicente, hace que la difícil situación de Paulo Fonseca no sea insoportable, ya que FC Porto ha jugado uno de sus peores partidos de la temporada, una vez más...
Con las ausencias de Fernando y Otamendi en el 11, y ya para siempre, sin la presencia de Lucho, los dragones han formado con Josué y Defour en el medio centro y con un gris Carlos Eduardo, algo más adelantado en el centro del campo.
Una vez que Herrera no ha sido opción, los problemas han sido los mismos que en partidos atrás. La falta de claridad y de velocidad en el juego de un equipo que ha perdido tácticamente en los últimos meses.
Si bien Marítimo ha demostrado ser muy duro como local a lo largo de toda la temporada, ante FC Porto ha conseguido no sufrir demasiado, una vez que se adelantó en el primer tramo del partido con un penalti convertido por Derlei, uno de los hombres más destacados del partido. Nuno Rocha, Patrick Bauer, Hélder Rozario y Danilo Dias han sido, de igual modo jugadores claves del triunfo.
Para los de Paulo Fonseca, junto a Mangala, que ha asumido más responsabilidad que defender, Quaresma ha sido el jugador más destacado, más por la insistencia que por el éxito, quizás perjudicado por la acumulación de hombres de ataque en el último tramo del partido (Jackson, Licá y Ghilas, que ha sido relegado en las últimas semanas).
La diferencia entre Benfica y FC Porto es de 4 puntos, no es inalcanzable, otra cuestión viviríamos sido si Cardozo hubiera batido a Adriano, en el descuento, de penalti en el empate a uno entre los de Jorge Jesús y Gil Vicente.
Paulo Fonseca tiene poca maniobra, quizás solamente tenga la opción de darle más protagonismo a Quintero, en detrimento de quien ha sido de lo mejor de la temporada, Carlo Eduardo, una vez que un cambio táctico parece improbable.
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